sábado, 20 de noviembre de 2010

¡A arremangarse las cabezas!

No soy una kirchnerista nacida y criada. Tampoco una militante de izquierda desilusionada y arrepentida, convertida al kirchnerismo. Bien hubiera querido salir de cualquiera de las dos. Pero no. Soy una piba que fue niña en los noventa. Crecí escuchando a mis mayores putear a los políticos.

En el 2001 fui una adolescente descreída. Descreída porque viví sumergida en la sociedad de la no-política: el “no te metás” de los setenta había pinchado tantas veces la piel de la clase media argentina, que terminó por hacerle perder la sensibilidad.

En el 2003 casi ni sabía quién era Néstor Kirchner. Creo que escuché su nombre un tiempo antes del cierre de campaña. No lo voté porque era menor. Pero igual no lo hubiera votado. Crecí y me crié en la sociedad de la oposición. Lo único que se podía ser en los noventa, era oposición: las privatizaciones, el hambre de los pibes, la falta de trabajo y las magras jubilaciones te obligaban a estar de ese lado. Todo lo que hiciera el gobierno iba a estar mal, porque era oficialismo. No importaba qué. Descreíamos por definición. El presidente electo hizo bajar un cuadro, levantó un museo donde otrora un centro de tortura, se le rió en la cara a Bush, oxigenó un poco las formalidades baratas. Pero sabíamos que en cualquier momento mostraría sus hilachas.

Terminé el colegio y no sé bien cómo me puse a estudiar Ciencia política. Durante toda mi carrera nunca supe en carne propia lo que sería militar en un partido político, ¿Podés creerlo? Vendría a ser el colmo del estudiante de Ciencia Política.

Sí aprendí qué venía a ser el progresismo. Escuché hablar muchas veces de una nueva ley de comunicación audiovisual, conocí docentes e investigadores que hacía años venían estudiando el tema de la asignación universal. En la teoría todo iba bárbaro, y siempre se terminaba aclarando que eran cosas que nunca veríamos concretadas en un país como la Argentina. Creo que seguí estudiando por inercia. Disfruté de mi carrera, porque los temas me resultaban interesantísimos. Pero de política que ni me hablaran. Para mí sería siempre lo mismo. Tanto, que siempre voté en blanco.

El mismo domingo que Néstor Kirchner perdió las elecciones legislativas contra Francisco De Narváez, me dije “¿Qué hice? ¿Cómo fue que esto pudo haber pasado? ¿En mis narices y habiendo gente tan pasiva como yo, dejando el escenario central a gente como esta? ¿Haber estudiado tanto para no saber leer un error cívico tan grave como este?”

Desde ese mismo día, inevitablemente empecé a defender ciertos aspectos del proyecto oficialista en las sobremesas de los domingos y en todos los ámbitos en que pudiera. Estoy peleada políticamente con la mitad de mi familia, debo confesar. Y con muchos de mis amigos a los que directamente no les interesa lidiar con esto.

Para muchos, no importa discutir un modelo de país, o la orientación de la política pública. La política directamente es aburrida o lo que es peor, está podrida. Es más placentero hablar de Tinelli, de quién sale con quién, de lo que te pusiste la noche anterior, o lo flaca que está esa nueva modelo de turno.

Por suerte me queda en el alma el recuerdo de esa plaza llena de gente sintiendo las mismas ganas que yo de discutir y defender un modelo de país diferente. Gracias Néstor Kirchner, por permitir encontrarme con eso. En honor a tu gran aporte, sólo quisiera que nos despabilemos, quisiera que todos salgamos de este aletargamiento de tantos años. Es un clic, nomás lo que hace falta: cambiemos de canal o apaguemos el televisor.

¡A arremangarse las cabezas!

5 comentarios:

María Sol Aliano dijo...

¡Qué bueno esto! Felicitaciones por el alumbramiento, ja.

Un placer leerte. Beso.

Nora Skiend... dijo...

Vaya que me alegrás!!!!

Es una excelente noticia!!!! Y la noticia es la esperanza… Y la esperanza son ustedes: los jóvenes.

Mi querida Ana: fuerza, adelante, discutí, peleá por tus ideales, por la asignación universal, por los derechos humanos, por la ley de medios y mucho más.

En este preciso momento recuerdo aquella movida en la que Néstor Kirchner logró el cambio de la Corte Suprema adicta, con aquella mayoría automática… De alguna manera ha sido ese “el” hito

Qué bueno, estoy en la mitad de la familia con la que no estás peleada.

Me conmoviste. Beso enorme!!!

Unknown dijo...

Ana, muy bien por esto, valoro mucho este tipo de iniciativas. Dejame decirte que yo no tengo, ni sigo tu misma línea, ni por asomo estoy de acuerdo con tus opiniones pero me alegra muchísimo que gente con valores y buenas intenciones, como se que sos, se anime a hacer este tipo de cosas.
Gracias por invitarme y seguí arremangándote la cabeza por más que los domingos vuelen por los aires los ravioles y el tío no te hable más!

Beso colega, nos vemos
Ceci

Georginagt dijo...

Ana que bueno que puedas expresar tus ideas. Te felicito por tu blog aunque no comparto el modelo de pais de lso Kischner, ni menos el método de confrontación continua en el que vivimos. NO estoy de acuerdo con nada de su modelo y su política exterior me da "venguencita" para utilizar sus propios términos, pero me alegra que tengas la posibilidad de expresar tus ideas abiertamente.
Muchos éxitos con tu blog. Beso grande.
Georgina

Rocío Vázquez Sosa dijo...

Ana!!!... qué cierto todo.. un sentimiento indescriptible, una efervescencia que culmina en un grito de "andate cobos la puta que te parió!!".. la plaza llena transmitía libertad, amor, ideales, lucha, igualdad, entre otros tantos sentimientos encontrados en esa cantidad de argentinos! que salían a despedir (y a decir "acá estamos") a ese hombre que nos devolvió la política a nosotros, los jóvenes, los que tenemos que hacer el cambio..
cuando yo escuchaba a mi mamá hablar de Perón con tanta pasión y tanta lealtad no entendía por qué lo vivía tan viseral.. ahora entiendo, yo llegué tarde para ser peronista, sin embargo Néstor me mostró que no murieron 30 mil en vano, que él es su representante, que la dictadura no cayó ni una voz de aquellos militantes que pelaban por un modelo de país al que anhelaban, con inclusión y justicia social, sin hambre, con derechos humanos que los defendieran! por un país justo e igualitario para todos..
así que esa misma pasión inentendible para mi hasta hace poco es la que ahora me lleva a escribirte esto.. soy Kirchnerista, soy la mierda oficialista!!.. soy soldado del pingüino.. y si algún amigo, pariente, persona tenga algún tipo de diferencia hacia esto que venga y me lo plantee, que yo tranquilamente le voy a explicar que Néstor es quien hizo que los jóvenes les expliquemos a los grandes, descreídos, qué es la política, que sirve, que por ahí viene el cambio, que es importantísimo para el país y el mundo que la gente PIENSE y se ARREMANGUE LAS CABEZAS, porque el pueblo unido jamás será vencido..
Gracias Anita por hacerme pensar.. un orgullo ser tu prima!! te quiero mucho!