La obra data del año 1793 y representa el asesinato de Jean Paul Marat, producido ese mismo año, a manos de Charlotte Corday, quien no aparece representada como sí sucede en otras pinturas sobre la misma escena.
Nota: Cualquier coincidencia con la actualidad es pura coincidencia.
Marat era científico y médico pero fue más conocido como periodista y político durante la Revolución Francesa.
Identificado con el ala izquierda de la revolución (literalmente era la ubicación que ocupaban en la asamblea) fue miembro del club de los Cordeleros, club político aún más radical que los Jacobinos, aunque dependiente de los mismos. Representaban la defensa de las clases más humildes de la sociedad francesa.
Su asesina, Charlotte Corday era una joven aristócrata seguidora del club de los Girondinos, grupo también opositor al rey aunque políticamente moderados, compuesto en su mayoría por intelectuales miembros de la burguesía dedicada al mundo de los negocios y los puertos costeros.
El asesinato se sucedió, como lo representa la pintura, mientras Marat tomaba un baño, el único alivio para la enfermedad dérmica que se decía que había contraído mientras se ocultaba en las catacumbas de París de quienes lo perseguían por los enérgicos escritos que publicaba en su periódico L'Ami du peuple (El amigo del pueblo). Existen varias hipótesis acerca del asesinato, de cómo Charlotte accedió a donde estaba Marat y sobre los instantes previos a la puñalada en el pecho.
De cualquier manera podemos reparar en lo paradójico del caso: un violento asesinato propiciado por una seguidora de un grupo denominado moderado que consideraba, entre otros a Marat, responsable de varios hechos de violencia.
El autor de la pintura, Jacques Louis David, también activista durante la Revolución Francesa, representa, de alguna manera, el paso del aristocrático rococó francés al neoclasicismo que, como movimiento pictórico surgió en Roma (donde la antigüedad grecorromana se había puesto de moda alentada por los recientes descubrimientos arqueológicos de Herculano y Pompeya).
Lo característico del estilo era la inspiración en la Antigüedad clásica, sobre todo en la Roma republicana. Por eso mismo fue adoptado como expresión de las ideas de la Ilustración francesa. En el estilo predominaba el dibujo y la forma por sobre el color. La figura humana era representada con una anatomía idealizada, musculaturas sin defectos que recordaban a las estatuas clásicas. Tal vez por ello mismo, en la representación de Marat no se evidencie ninguno de los problemas de piel que sufría.
No hay comentarios:
Publicar un comentario